- Janinasuarez
- Más que “tomador de fotos” Emulando a los peregrinos, los fotográfos mantienen una búsqueda incansable para “ver dónde está un suceso gráfico”. De allí su misión por obtener fotografías de impacto y de calidad, “dentro del marco de la ética y la moral, aunque a veces su vida pueda correr peligro”, dice Stalín Díaz Suárez, autor del libro Fotoperiodismo, la imagen de la comunidad, quien reconoce que en los medios impresos ecuatorianos la improvisación es característica. “Hay situaciones en que un fotógrafo tiene cinco coberturas para realizar en una hora y tres de ellas son exactamente a la misma hora. Resultado: cinco fiascos y por supuesto el cronista gráfico termina teniendo la culpa de la pobre calidad de su trabajo”. El desinterés por el perfeccionamiento técnico y creativo es otro obstáculo para que los fotográfos sean competitivos. Díaz pretende elevar un llamado de atención para los centros de educación superior pues -según dice- han relegado la asignatura de fotoperiodismo. Esa es la razón para reproducir su libro. “Cualquier persona que tenga una cámara se llama ahora fotógrafo. La gente no conoce de fotografía porque no hay cultura visual, no saben de composición, estética, entre otros. En Ecuador un fotógrafo es considerado una persona de segunda categoría”, acota Díaz. Fotoperiodismo, la imagen de la comunidad, cuenta Díaz, fue idea de su padre, Nemesio Díaz Poveda, también fotógrafo por más de 30 años. El proyecto siguió adelante pese al fallecimiento de su progenitor, está dedicada al sostén teórico de la imagen y la fotografía de prensa, inclusive aplicado a la publicidad. Al ojear el contenido, hallará una recopilación de testimonios de Guillermo Granja, Andrés Rendón, Jorge Massuco, Elio Armas, Gerardo Mora, Ricardo Ferro, Patty Rekton, Ricardo Emblim, Ulises Castellanos, quienes como Díaz han hecho que la vida entre por sus ojos. En fin consejos aparentemente elementales para fotoperiodistas y fotoeditores con la autoridad de 14 de años de trayectoria en diario El Universo, Expreso y Extra, y que en el año 99 fue condecorado por la Radio Mundial HCJB como el “mejor reportero gráfico del año”. El libro –acota Díaz- recoge las experiencias de los peligros que están expuestos los fotoperiodistas al querer alcanzar la foto excepcional. Así mismo se aborda la libertad de prensa en el Ecuador. “El fotoperiodista escribe con luz y sombra, sus ojos brillan en la comunicación, al cámara es el medio perfecto para captar su expresión, es decir, lo que piensa y siente acompañado de creatividad, objetividad, técnica, flexibilidad y una enorme valentía”, afirma este fotógrafo guayaquileño de 39 años que se desenvuelve como catedrático de la escuela de Publicidad en la universidad Laica Vicente Rocafuerte.
Enciclopedia Universal. 2012.